sábado, 6 de septiembre de 2014
jueves, 4 de septiembre de 2014
Entre llantos
Y caminando con catana en mano, remuevo los sentimientos de
mi discordia.
Sangra mi pecho y mis entrañas rubís de desamor.
Clavo mis aruñadas rodillas en el suelo, y sollozo entre
gritos de desesperación.
Nadie curará mi desconsuelo, nadie tendrá el valor de amar
lo que otro perdió.
No vendrán a coger mi cuerpo frío y solo, no volverán a encender la llama extinguida.
Besaran mis labios con pasión y sentiré que me besa una
roca.
Destrozaran los esquemas de la desesperanza por mi persona,
y yo reiré por dentro.
Ignorare el deseo cobarde que acecha a los débiles y seguiré
riendo.
Destrozare el amor por no ser correspondido, frenare la
corriente del frío río, doloroso que apuñala mi pecho a traición.
Andaré descalza en una pequeña plantación de rosales con
espinas más grandes que la lujuria para evitar locuras, desenfreno, placer y
pecado.
Jugaré con el hombre, por ser hijo del diablo que le guía inconscientemente para apuñalar el alma destrozada
de la mujer a la que más ama. Cuando este hijo muera de amor por mi, le sacare
el corazón con mis manos y sentirá lo que un día yo sentí.
Mª Ángeles
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